Diagnosis: Oriente y Occidente parte 1

Del libro “Cómo leer el cuerpo: manual de diagnosis Oriental” W. Ohashi.

 
He de admitir que la palabra diagnosis se presta a engaño. Yo no diagnostico como lo hace un médico. De hecho son tantas las diferencias entre la medicina occidental y la diagnosis oriental que el hecho de contrastarlas puede ser la mejor forma de comprender el enfoque oriental.
Comencemos por las diferencias más marcadas. En Oriente el cuerpo humano se considera una unidad delicadamente equilibrada compuesta de partes interdependientes. Y no olvidemos un punto muy importante: el todo es mayor que la suma de sus partes. La persona es una entidad viva compuesta por mente, cuerpo y espíritu. Una diagnosis oriental considera que estos tres dominios forman una sola unidad. No hay ninguna separación, sólo unidad.
Para la diagnosis oriental el cuerpo es una orquesta cuya música es el alma. Elimine cualquier instrumento o cambie la manera de tocarlo y se alterará toda la música.
Para poder obtener la extensión total del espíritu es necesario afinar delicadamente cada órgano como si se tratara de un instrumento. Debe funcionar Debe funcionar de modo óptimo, como si fuera tocado por un virtuoso. Sin embargo, nunca se debe olvidar que cada órgano debe estar en perfecta consonancia con el resto del cuerpo (los demás instrumentos de la orquesta) para producir el ser más completo y hermoso que es la persona. El sanador o sanadora oriental, por lo tanto, es como el director de una orquesta. Escucha los instrumentos que desentonan y los afina para que toquen en armonía con el resto de la orquesta.
Ahora analicemos con más detalle. En el interior del cuerpo, cada órgano se considera en relación con todos los demás. La salud de un órgano individual, el hígado por ejemplo, depende del funcionamiento adecuado de todos los demás órganos. El motivo es sencillo : desde el punto de vista oriental, el cuerpo es un circuito continuo por el cual circula la energía. Esta energía es la fuerza vital. En Japón se la llama ki, en China chi y en India prana. Si la energía está bloqueada en cualquier parte del cuerpo, la energía ki no nutre adecuadamente a los órganos. Así pues, el hígado, el corazón, el bazo, el intestino grueso y los riñones, opr nombrar unos pocos, trabajan todos en armonía y cada uno depende de los demás para mantener la salud. Si hay una adecuada circulación de energía por todo el cuerpo, todas las células serán nutridas por la energía dadora de vida, y todos los órganos podrán realizar sus tareas de modo óptimo. Si la energía está bloqueada, las células y los órganos se sofocan por falta de ki.
 


Publicare la parte dos en los próximos días.
Saludos!
Camila.

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